Ley orgánica de protección de la seguridad ciudadana

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Entra en vigor la Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana

Esta ley regula aspectos como la documentación e identificación de las personas, el control administrativo de armas, explosivos, cartuchería y artículos pirotécnicos o la previsión de la necesidad de adoptar medidas de seguridad en determinados establecimientos, con el correlato de un régimen sancionador actualizado imprescindible para garantizar el cumplimiento de los fines de la Ley.

El Gobierno aprueba el Proyecto de Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana

12 de julio de 2014 Noticias Seguridad ciudadana

El Proyecto regula con detalle las potestades de intervención policial (identificaciones, cacheos, controles en vías públicas): la identificación debe respetar los principios de no discriminación y proporcionalidad, prohibiéndose las identificaciones indiscriminadas o por perfiles étnicos. El traslado a dependencias policiales para identificación sólo se practicará cuando no sea posible la identificación por medios físicos o telemáticos y siempre por un tiempo que no podrá superar las seis horas, expidiendo un volante acreditativo del tiempo de permanencia en dependencias policiales. Se regula por primera vez la práctica de los registros corporales externos o cacheos, sometidos a los principios de no discriminación e injerencia mínima.

La propuesta de informe del CGPJ sobre la Ley de Seguridad ciudadana considera que los términos de justificación de la intervención de los poderes públicos son 'excesivamente amplios'

La propuesta de informe considera que los términos de justificación de la intervención de los poderes públicos son "excesivamente amplios" y recomienda adecuarlos a los límites constitucionales del concepto de seguridad ciudadana. El texto también cree "excesivamente amplio" el deber de denuncia establecido en el Anteproyecto y estima más adecuado circunscribirlo a hechos que supongan una perturbación cierta de la seguridad ciudadana o de los que pueda concluirse racionalmente que la producirán, "sin que baste la mera sospecha o la posibilidad".

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